Para conectar eficazmente el puerto de Livorno con Florencia y el interior toscano a través de la vía fluvial del Arno, durante el reino de Cosme I de Medici se construyó un canal que se extendía desde el barrio de Porta a Mare de Pisa hasta la Fortaleza Vieja de Livorno.
El trazado, proyectado en 1541, en los años 1574-75 llegaba finalmente a Livorno, con una longitud total de 22 km. Dicho canal, llamado “de los barquichuelos” por el nombre de las típicas embarcaciones que lo recorrían, se abrió al tráfico en 1603. En el siglo XVIII el trazado sufrió importantes modificaciones y con Pedro Leopoldo de Lorena fue transformado, en la dársena de Pisa, también el así llamado “soporte” ("Sostegno"): en lugar de la simple techumbre que servía para reparar las embarcaciones para las operaciones aduaneras, se construyó una imponente presa de mampostería. Esta, asociada a la vieja presa maestra colocada directamente en el río Arno, constituía una especie de tanque de compensación, gracias al cual se podía regular de la mejor forma el nivel de agua para quien estaba en tránsito.
El canal y sus estructuras de acceso fueron reajustados inmediatamente después de la Unificación de Italia, y también en las primeras décadas del siglo XX, cuando el trazado asumió un curso prevalentemente rectilíneo. Se les asoció también la construcción de almacenes colocados entre la orilla izquierda del canal y los muros medievales de la ciudad, de los cuales todavía quedan restos visibles.
En 1943 el barrio de Porta a Mare sufrió un terrible bombardeo que provocó un largo período de abandono de las estructuras. No fue hasta hace poco cuando se elaboró un proyecto de recuperación del antiguo “soporte”, cuya área ha sido sometida a excavaciones arqueológicas y, en parte, liberada de los detritos que la cubrían, sacando nuevamente a la luz esta interesante estructura hidráulica.