Cappella Di Sant’Agata
El primer testimonio de esta capilla se remonta al año 1132. Se encuentra muy cerca de la Iglesia de S. Paolo a Ripa d'Arno, a la que estuvo ligada hasta el siglo XVI, para después pasar a ser gestionada por monjas Benedictinas convertidas del monasterio adyacente.
De pequeñas dimensiones, presenta una planta octogonal equilátera, rematada con una cúspide piramidal, completamente de ladrillo. El resto de la estructura también es de ladrillo, y sus lados están marcados por pilares salientes y arcadas "ciegas" de medio punto, asentados sobre una base de piedra escuadrada cuya altura aumenta gradualmente de este a oeste, denotando una probable reconstrucción de la estructura original.
En el lado más occidental, que apunta hacia la Iglesia de S. Paolo a Ripa d’Arno, está la entrada, mientras que en los cuatro lados adyacentes a la misma, dos en cada parte, se abren tríforas sostenidas por una cornisa con elementos moldeados, con columnas y capiteles de mármol que sostienen arcos de ladrillo, rematados con un óculo. Este último elemento se encuentra también en los tres lados sin abertura, caracterizados por un taponamiento de muro continuo, marcado por el mismo tipo de cornisa. Dado que en el lado oriental dicha decoración está a la misma altura que los lados con ventanas, se puede suponer que también aquí podría encontrarse originariamente una trífora, más adelante cerrada con un muro.
Debajo del tejado discurre por todos los lados una secuencia de arcos ciegos sobre capiteles colgantes figulinos, con el espejo cerrado por dos ladrillos superpuestos de hoja, de los cuales el superior tiene forma semicircular.