El 12 de noviembre de 1867 la ciudad de Pisa inauguraba el Nuevo Teatro Real, construido en un barrio donde, en aquellos años, se había trabajado para mejorar las condiciones higiénicas y racionalizar el orden urbano y viario. La idea de regalar a la ciudad un nuevo teatro se presentó a partir de 1830, pero no fue hasta 1864 cuando la Junta Técnica, votada para elegir a un arquitecto, se decantó por el proyecto propuesto por Andrea Scala y contrató al pintor Annibale Gatti para pintar al fresco el techo de la sala de baile (actual sala de conciertos o foyer) con el Triunfo del Amor.
Luego el mismo artista recibió el encargo de pintar el telón de la sala, donde representó la escena Goldoni a Pisa che recita un sonetto nel giardino di palazzo Scotto alla presenza degli Arcadi Alfei. Antonio Quadri y Antonio Bernasconi se ocuparon de la decoración en estuco: cabe destacar los tres mascarones que simbolizan la Comedia, la Tragedia y la Poesía, que rematan las entradas del teatro. Los dorados fueron confiados a Raffaello Fallani y Francesco Torri, mientras que Enrico Andreotti y Lorenzo Marchini se encargaron de pintar el foyer, las salas de juego y la bóveda de la platea, que resulta admirablemente resuelta en un complejo armazón con decoración grutesca que, articulándose en torno al rosetón central, desmaterializa la pesada estructura animándola con amorcillos, mascarones y extrañas criaturas.
En 1877 se cerró el pórtico externo con una verja y, en 1904, el teatro fue dedicado a Giuseppe Verdi. Desde principios del siglo XX el edificio ha sido objeto de diversas restauraciones y modificaciones estructurales que han alterado parcialmente su aspecto original. La última obra, realizada por Massimo Carmassi (1985-1989), fue la restauración del orden de algunos ambientes y la restitución del perdido equilibrio cromático entre las decoraciones de la sala y de los palcos.