Casino dei Nobili
El Casino de los Nobles surgió a mediados del siglo XVIII y fue instituido para las actividades recreativas de la aristocracia. En aquellos años Pisa y los Baños de la localidad de San Giuliano Terme eran metas turísticas de fama internacional. Fiestas de baile, reuniones de juego, refrescos y conversaciones de salón se organizaban para el deleite de los nobles y de sus numerosos huéspedes forasteros, pero pesaban sobre la economía privada de las familias. Así, para corresponder mejor a las obligaciones de rango, los nobles pensaron en erigir a sus expensas un establecimiento público que implicara a toda la aristocracia en la gestión.
El edificio que en la Plaza del Puente del Medio pertenecía a los monjes de Nicosia era perfecto para este fin, por lo que fue cedido a los nobles y abierto en 1574. El acceso estaba garantizado a un círculo restringido de señores, damas, oficiales del ejército en servicio de los soberanos y los forasteros. Estos últimos debían ir acompañados de quien les garantizaba la pertenencia a las élites aristocráticas.
El Casino era un lugar para una sociedad selecta y cosmopolita, aunque no faltaban las transgresiones a la etiqueta. El juego de azar era capaz de caldear los ánimos y de generar conflictos también entre los caballeros más corteses, tanto que atenerse a una línea de conducta conforme a la clase noble era una condición explícitamente prescrita para ser admitidos. La crisis del instituto inició durante el período napoleónico, cuando se abrieron las Stanze Civiche, una sociedad privada y burguesa que acogía en su interior a toda la nobleza ciudadana sin demasiadas distinciones de clase.
El Casino de los Nobles resistió en decadencia hasta 1852, cuando, condenado a la desolación por sus criterios de selección ahora anacrónicos, fue vendido a la sociedad de las Stanze Civiche.