Chiesa di Sant’Andrea in Foriporta
El primer testimonio de la iglesia, actualmente destinada a espectáculos teatrales, se remonta al año 1104 y estaba ubicada en la zona inmediatamente al este de la civitas de la Alta Edad Media, área que fue testigo de un crecimiento constante a partir del siglo XII.
El edificio presenta una fachada de piedra escuadrada con nave central más alta respecto a las laterales y cubierta a modo de cabaña con doble saliente. Tiene tres portales de acceso, con arquitrabe y arquivolta superior de medio punto. El mediano se caracteriza por la reutilización de mármoles clásicos en las jambas. Superiormente discurren cuatro arcadas ciegas separadas por pilastras, con óculos y losanges.
La fachada parece haber sido insertada posteriormente en el muro inferior de los lados largos, y es testimonio de numerosas reconstrucciones del edificio, iniciado posiblemente antes de 1104. A lo largo de los otros lados se distinguen además diversas franjas de muro que atestiguan otros tantos levantamientos y reconstrucciones de la estructura. El campanario, de planta cuadrada, presenta una base de piedra y una reconstrucción superior con ladrillos.
Debajo del tejado de la iglesia discurren pequeñas arcadas ciegas con cuencos de cerámica del siglo XII procedentes de varias zonas del Mediterráneo, hoy sustituidos por copias (los originales se encuentran en el Museo de San Mateo). Otras cerámicas decoraban también la torre del campanario.
En posición central respecto a los lados exteriores hay dos capillas de piedra y ladrillo, insertadas contextualmente en las restauraciones de los años 40 del siglo XIX.
Las naves internas están divididas por seis columnas con capiteles (cuatro antiguos de despojo y dos románicos, atribuidos a la ‘talla’ de Biduino) y dos pilares. En el altar mayor se conserva un tabernáculo del siglo XVIII, mientras que encima de este se encuentra un fresco de Grazzini de la primera mitad del siglo XIX.