Via S. Martino, reutilizaciones antiguas
El volver a utilizar material antiguo forma parte del más amplio fenómeno de la reutilización, esto es, la inserción en estructuras más recientes de elementos arquitectónicos y ornamentales importantes ya sea por su intrínseco valor estético como por su testimonio de un pasado glorioso.
En Pisa el fenómeno está muy difundido, a consecuencia de la voluntad en el pasado de mostrar que la ciudad era heredera directa de Roma y de su poder. Recordemos dos ejemplos importantísimos: el bajorrelieve llamado “mujer Chinzica” y el cipo etrusco periforme que se encuentran a lo largo del eje viario de Via S. Martino.
Respecto al primer ejemplo, se trata de un fragmento de un sarcófago romano datable en las últimas décadas del siglo II d.C. y que representa a una figura femenina drapeada, hoy visible en la fachada de una casa-torre medieval a lo largo de la mencionada calle. La tradición popular reconoce en esta mujer a la heroína Chinzica de Sismondi, que salvó a la ciudad en ocasión de una incursión sarracena en la Edad Media.
El segundo es un cipo etrusco periforme colocado en la esquina entre Via S. Martino y Vicolo La Pera. Manifestación de la artesanía artística local que se especializa en la producción de estructuras funerarias de mármol, se remonta a la segunda mitad del siglo VI a.C. y, por norma general, remataba una base decorada en las esquinas con protomos de carnero. La fuerte impronta jónica septentrional reconocible en esta producción es la consecuencia de la diáspora de esos pueblos a consecuencia de la conquista persiana, que acabó afectando a toda la Etruria septentrional y asumiendo caracteres diversos en las múltiples ciudades etruscas.